20.8 C
Paraná

Sacaron de la sala de audiencias al hombre que dice ser un gato: no paraba de «maullar»

El ciudadano israelí Gilad Pereg está acusado de los asesinatos de su madre y de su tía cometidos en enero de 2019 en la ciudad de Mendoza.

El ciudadano israelí Gilad Pereg (40) fue desalojado de la sala de audiencias porque no paró de «maullar» desde que comenzó el juicio por jurados al que es sometido desde este martes por el crimen de su madre y de su tía, de la misma nacionalidad, cometidos en enero de 2019 en la ciudad de Mendoza, tras lo cual la fiscalía pidió un fallo «unánime» y declarado «culpable».

«Señor Gilad Pereg ¿este es su nombre?», fue la primera pregunta que le formuló la jueza técnica Laura Guajardo, a lo que el acusado respondió: «Miau».

Acto seguido, la jueza le dijo: «Antes de ingresar yo le advertí que sea en silencio y con decoro, de lo contrario habrá que retirarlo a una sala contigua», a lo que el imputado volvió a responder con un «miau».

«Basta señor, por favor. Trasládenlo», ordenó la magistrada, por lo que Pereg fue retirado de la sala de audiencias por efectivos de la policía provincial y alojado en una habitación contigua.

Así, el hombre que dice ser un gato está entre una condena a prisión perpetua o a inimputabilidad e internación en neuropsiquiátrico. En un juicio oral que se desarrolla en la Sala 15 del Polo Judicial y prevé finalizar el 3 de noviembre.

Retiro

Tras su retiro de la sala, el fiscal Fernando Guzzo tomó la palabra en su alegato de apertura y pidió al jurado que no se deje «engatuzar» y que «ladre más fuerte».

“Cuando compraba armas, él no iba diciendo miau miau…sabía bien qué arma comprar”, dijo Guzzo ante el jurado popular. Además les admitió que si bien “es obvio que es una persona fuera de lo común, eso no lo hace inimputable”.

Pereg está acusado por el crimen de su madre y de su tía.Pereg está acusado por el crimen de su madre y de su tía.


“Es capaz, responsable y merece el reproche penal que la ley prevé. Si el maúlla, ladren más fuerte”, les pidió Guzzo a los doce jurados elegidos entre ciudadanos comunes.

El acusado de matar a su madre, Phyria Saroussy (63), y a su tía, Lily Pereg (54), llegó maullando a la sala de audiencias. Y no dejó de hacerlo incesantemente hasta que fue desalojado.

Vestido con un short, remera y sandalias, el «hombre gato» ingresó poco antes de las 9 al recinto del Polo Judicial de Mendoza. Venía del hospital psiquiátrico El Sauce, donde se encuentra detenido.

Jurado popular

Pereg (40) comenzó a ser juzgado por un jurado popular conformado ayer por una ama de casa, una diseñadora industrial, una peluquera, una empleada doméstica, una psicóloga, una gastronómica, dos mecánicos, dos metalúrgicos, un empleado y un joven desocupado, entre otros. Son ellos quienes deberán definir si es culpable del doble crimen o es inimputable.

A iniciarse la jornada, los 12 miembros del jurado fueron instruidos sobre sus deberes por la jueza técnica, quien luego dio paso a los alegatos de apertura del Ministerio Público Fiscal (MPF), representado por Guzzo y Claudia Ríos.

Tras ello, la fiscal Ríos solicitó un veredicto «unánime» para que Pereg sea declarado «culpable» y que su madre y su tía «tengan justicia». Mientras que la querella, a cargo de la abogada Claudia Vélez, manifestó que el acusado «estaba en pleno uso de sus facultades mentales y sabía lo que hacía».

Los alegatos de apertura continuaron esta mañana con la defensa del imputado, a cargo de Maximiliano Legrand y Lautaro Brachetta, quienes pidieron a los integrantes del jurado que «no acepten la única versión de pedido de condena y encierro penitenciario», y que “se comporten como humanos y no ladren como perros» como pidió el fiscal.

“Tengan en cuenta que aunque sea declarado inimputable, Pereg seguirá encerrado en un centro de salud mental”, destacó el defensor.

En sus argumentos, Legrand aseguró que el acusado “vivía con 37 gatos a los que trataba desde antes como a sus hijos porque sufría ya de parafrenia». Esto es «una forma más de locura; licantropia, un desorden donde hay muchas personas que se creen animales; y delirios”. Seguidamente mostró un video donde se aprecia a Pereg delirando con seres gatunos que lo acosaban.

El caso

De acuerdo con la investigación, en enero de 2019, la madre y la tía de Pereg habían arribado a Mendoza para visitar al ahora imputado, quien residía en un predio con una casa muy precaria que estaba llena de gatos y algunos perros en estado de abandono.

Las hermanas israelíes fueron vistas con vida por última vez el 12 de ese mes en ese domicilio, situado en la calle Roca al 6000, de Guaymallén, y 14 días después la Policía Científica encontró sus cuerpos mutilados y tapados con piedras y tierra en un sector del mismo predio.

Tras ser descubierto el doble crimen, Gil Pereg quedó detenido y durante su estadía en la cárcel mostró comportamientos extraños y aseguró ser «un gato», lo que reiteró en diversas oportunidades y audiencia.

Más leídas
En esta misma categoría
Nuestras redes
Relacionadas
Te puede interesar