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Alberto Fernández impulsará una «querella criminal» contra Macri

Alberto Fernández anunció que impulsará una «querella criminal» para identificar a los autores y participes del endeudamiento asumido durante el gobierno de Mauricio Macri, por unos US$55.000 millones, al que calificó como «la mayor administración fraudulenta y la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”. La novedad se conoció durante su discurso de Apertura del 139 período de Sesiones Ordinarias del Congreso.

«Para que pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país, es necesario que endeudarse no sea gratis y que los responsables rindan cuentas de sus actos y dejen de circular impunes dando clases de economía en el país y en el mundo», expresó Fernández al promediar su extenso discurso.

Por eso, continuó «he instruido a las autoridades pertinentes para que formalmente inicien querella criminal tendiente a determinar quienes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra», anunció el mandatario.

Préstamo gigante

«Ya en 2018 la Argentina fue sumergida en una nueva y profunda crisis en la balanza de pagos, en una grave recesión, en una caída de los niveles de actividad y de los ingresos reales y en un aumento notorio del desempleo, la pobreza y la indigencia. Como si esto fuera poco, cuando el país perdió el acceso al financiamiento internacional, el Gobierno anterior solicitó el préstamo más grande de la historia del Fondo Monetario Internacional», dijo el Presidente.

«Los U$S 44.000 millones de dólares recibidos por Argentina se esfumaron antes que asumamos nuestras funciones en diciembre de 2019», recalcó luego.

«A una Argentina en absoluto default, el Fondo Monetario Internacional le adjudicó un préstamo de 55.000 millones de dólares. De esa cifra se desembolsaron 44.000 millones de dólares que solo sirvieron para facilitar la salida del mercado financiero argentino de capitales especulativos con la absoluta anuencia de las autoridades de entonces», resumió el jefe del Estado.

«Una deuda tomada por un gobierno irresponsable que obtuvo un crédito otorgado en su favor por motivos absolutamente políticos, merece una revisión y un tratamiento adecuado a la hora de su renegociación», agregó.

Conciencia y firmeza

En lo que respecta a las conversaciones en curso para alcanzar un nuevo programa de financiamiento, Fernández dijo: «Seguiremos nuestras negociaciones con total conciencia y con la firmeza que siempre hemos demostrado. No queremos apresurarnos. Apuro por acordar tienen los pícaros de siempre».

«Nuestro gobierno el único apuro que tiene es el de poner de pie a la producción y al trabajo para poder mejorar la situación de millones de familias argentinas que han quedado sumidas en el pozo de la pobreza», agregó el Presidente.

Precios y salarios

Fernández sostuvo el «diálogo va a contribuir en el proceso de desinflación» y, en ese marco, ponderó las mesas puestas en marcha con sindicalistas y empresarios sobre precios y salarios.

«Cada sector debe estar dispuesto a contribuir. Nadie se salva solo. Es central coordinar esfuerzos para que el salario le gane a la inflación», dijo.

En esta línea, resaltó que «durante 2020 se redujo en 18 puntos la inflación que heredamos en 2019»,y destacó que el Estado recuperó «la capacidades de fiscalización que habían mermado durante la gestión que nos precedió».

Tras ponderar la Ley de Abastecimiento para garantizar que «los alimentos y artículos esenciales estén en la mesa de los argentinos», Fernández cuestionó a los sectores que «amasan fortunas especulando con los precios», por lo que ratificó el objetivo de «hacer que los salarios crezcan y los precios se estabilicen».

También abogó por «una economía ética» de desarrollo social y territorial en función de un «equilibrio» que lleve prosperidad a todas las regiones del país, y no sólo al centro. Ymencionó un plan de diez medidas a futuro que incluyen la continuidad del plan Gas y el desarrollo de fuentes de energía hídrica y solar.

«Con las convicciones intactas»

Al iniciar su discurso, el Presidente sostuvo que se presenta ante el Congreso nacional con sus «convicciones intactas» y con «la humildad de quien puede reconocer errores y logros compartidos».

«También con la certeza de que unidos pudimos dar pasos históricos para mitigar los efectos negativos de la pandemia que aún nos asola», dijo.

El mandatario les pidió «reflexión colectiva» a las «fuerzas políticas y a la sociedad» en «circunstancias tan excepcionales» como las que se están viviendo en Argentina y en el mundo por la pandemia de coronavirus.

En ese marco, el mandatario recordó su anterior mensaje ante la Asamblea Legislativa, el año pasado, diez días antes que se declarara la pandemia, cuando llegó con la «voluntad inquebrantable de poner de pie un país que había quedado de rodillas» por la política de la gestión anterior.

En esta línea, destacó la labor de empresarios, movimientos populares, iglesias, organizaciones sociales, científicos, fuerzas armadas y de seguridad, diplomáticos, universidades, equipos docentes y directivos en el marco de la pandemia por el coronavirus.

«Puede resultar difícil valorar aquello que no sucedió, las consecuencias más graves que evitamos no se ven. Para todos estos argentinos que han desplegado su corazón al servicio de los demás, por favor pongamos de pie y brindemos un sostenido aplauso», pidió el Presidente.

Distanciamiento

Los ministros del gabinete nacional participaron de la Asamblea Legislativa desde palcos dispuestos con no más de cuatro asientos, con el objetivo de respetar el distanciamiento social, de acuerdo al protocolo en prevención del coronavirus.

Los palcos asignados para los miembros del Gabinete fueron los de la primera bandeja del hemiciclo de la Cámara baja, ubicados enfrente del estrado desde donde el primer mandatario dirigirá su mensaje, escoltado por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Desde las 11.30, se ubicaron en un mismo palco los ministros Gabriel Katopodis, de Obras Públicas, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, y Eduardo «Wado» De Pedro, ministro del Interior.

En otro de los palcos, se sentaron el ministro de Economía, Martín Guzmán; el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y el de Transporte, Mario Meoni.

El ministro de Educación, Nicolás Trotta, y el de Ambiente, Juan Cabandié, compartieron el balcón del primer piso, desde el que escucharon el tercer mensaje de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa. Fuente: Télam

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