Así es vivir en casas infrahumanas alrededor del mundo

Suele pasar que muchos nos quejamos del poco espacio que tenemos en nuestras casas. Queremos una habitación más grande, una cocina más grande, una terraza o un patio más grande. Nos gusta cocinar exquisiteces para nuestro paladar, sacar nuestro mejor lado de chef y hacer deliciosas comida para nuestra pareja, familia, o bien para nosotros mismos.

Sin embargo hay quienes deben conformarse con tener la cocina-pieza y a veces el baño en un solo lugar.

Enterarnos de estos hechos hace que agradezcamos lo que tenemos, tanto material como espiritualmente y hace que nuestros espacios parezcan mansión al lado de estas mini piezas.

Sí, ese chico vive aquí. Es una vida muy práctica ya que tiene todo a la mano, incluso su cocina. Si bien el espacio es un poco más amplio, el fregadero es casi del tamaño de un cenicero, o sea, tiene doble función. De todas formas parece estar feliz en ese lugar y trata de alegrarlo con curiosos tan llamativos como es un hombre adentro de un traje de flamenco o un hombres detrás de un flamenco.

Como sea, el objetivo de este chico era estar viviendo en el centro de Seattle, donde en general las habitaciones estar por sobre los 1.200 dólares.

Vivir en comunidad puede ser muy entretenido, pero no lo es tanto cuando tu departamento está ubicado en un edificio que contiene en su interior las llamadas «casas ataúd» o » casas cubículo», cada una de 2,32 metros cuadrados insertadas ordenada y apretadamente en un edificio de 55 metros cuadrados. El tarro del fregadero y la arrocera es todo lo que puede considerarse como parte de una cocina. Nada fácil.

Esta resignada señora debe resignarse a vivir en un espacio de un poco más de dos metros, con la cocina y el baño en su interior. Una triste realidad, más aún cuando se trata de una humilde señora de Seúl que no pasa los 73 años.

Esta fotografía no demuestra cómo una familia se mantiene unida a pesar de las circunstancias que les toque vivir. La familia Burguer perdió su casa y tuvo que vender todas sus posesiones, por lo que no les quedó más alternativa que vivir en el garage de la madre de la mujer de la casa. Duermen bastante juntos y su tabla con su pequeña es todo lo que tienen para cocinar. Persona que no se rinden a pesar de todo.

Esta impresionante casa de 27 metros cuadrados por 0,9 de ancho no es una pocilga, si no más bien se trata de una obra artística realizada por un reconocido arquitecto para alojar famosos y escritores. A pesar de lo angosto de la instalación se logró poner una pequeña cocina. Debe ser un largo pasillo.

Cuando una madre no posee más de quinientos dólares para su arriendo, debe vivir en habitaciones como ésta, un departamento de cinco metros y medio en el que le microondas y la arrocera son los únicos artefactos para hacer su comida. El cariño de una madre es infinito y se puede reflejar el esfuerzo que hace mientras su pequeño duerme.

Casas así podemos encontrar en el mundo entero, una lamentable realidad. Pero hay organismos preocupados por esta situación y es por eso que la Hong Kong Society for Community Organization ha denunciado estos casos y realizó una campaña con fotografías de los hogares más infrahumanos. La imaginación es lo más importante para poder hacer todas tus necesidades en espacios sumamente reducidos.