Una joven sufrió un aborto espontáneo, hace varios meses. Después de la autopsia, la Justicia le entregó el feto. Lo tuvo en su casa unos meses, procesó el dolor y decidió enterrarlo. Lo quiso hacer a los pies de un árbol, en la plaza de su barrio, en Colonia Avellaneda. Cuando los vecinos la vieron con un amigo y una pala, advirtieron lo que ocurría y avisaron a la Policía.
Al llegar al lugar, los uniformados le pidieron que deje el lugar y entierre el cuerpo en otro lado. La mujer aceptó la orden policial pero reclamó el derecho a sepultar a su hijo. Hacerlo en un cementerio incluirá tener un cajón y pagar el servicio.
El caso abrió una polémica con varios interrogantes ¿Hay un impedimento para que lo entierre ahí? ¿Es un delito? De hacerlo, ¿qué normas estaría violando?
Responsabilidad. Para el abogado penalista y docente universitario Néstor Oroño, consultado por Entremediosweb, “no hay delito penal”. “En cuanto al régimen jurídico de cementerios y sepulturas se trata de legislación administrativa tanto provincial como municipal. Ahí está establecido dónde se deben sepultar los cuerpos y bajo qué condiciones”, describió.
Oroño consideró que “para que se cumpla efectivamente la normativa sobre la sepultura de restos humanos, el estado -la Provincia o la Municipalidad- deben proveer los medios para el entierro del cuerpo: un ataúd y un lugar en el cementerio”. De esa manera quedaría saldada la cuestión y no se afectarían los intereses de ninguna de las partes.