Con la consigna “¡la siesta nos mata!”, a partir de las 14 de este martes, tuvo lugar una asamblea de comerciantes del centro, con la demanda “mayor amplitud de horarios”.
“La Municipalidad no nos paga los sueldos, ni el alquiler, ni la luz y nos cobra los impuestos; que ayude” dijo un comerciante de la zona céntrica y generó el aplauso unánime de sus pares reunidos en la Peatonal, a la altura del Instituto del Seguro.
Hasta ese momento se había informado sobre un petitorio presentado a la Municipalidad en el que se solicitó que se autorice la “amplitud horaria” de 8.30 a 20.30 modificando la situación actual, en cuanto a los horarios habilitados por norma del Ejecutivo Municipal, en el marco de la cuarentena que obliga a cerrar a las 18.
También se había informado de un llamado de Pablo Testa, secretario Legal y Técnico, quien había adelantado que el sector sería convocado a una reunión con las autoridades locales entre lunes y martes de la semana próxima.
Controles
La intervención del comerciante fue seguida por una moción concreta que como quedó expresado, no cierra las puertas a esa reunión propuesta por el funcionario municipal. Al tiempo que esperan que el encuentro se concrete, aprobaron que a partir del miércoles de la semana próxima, el comercio abra sus puertas en el rango horario extendido –de 8.30 a 20.30- con la modalidad que cada uno considere apropiada. “Que cada uno se maneje en ese rango horario, respetando la jornada laboral de los empleados” se dijo reiteradamente.
En las intervenciones de los comerciantes del microcentro se puso de manifiesto que el control de las restricciones horarias se mantiene únicamente en el radio céntrico de la ciudad, donde “los comerciantes en materia sanitaria nos portamos mil puntos y con el respeto a los horarios también, nos portamos mil puntos. Pero hasta acá llegamos”, se escuchó decir. La queja fue reiterada: “el control es sólo para nosotros”.
De todas maneras, se percibió que el eje no era el reclamo para que los controles se amplíen a otras zonas, sino que se pueda implementar otro horario ya que “de 13 a 16 queda prácticamente todo frenado” y “lo que necesitamos es trabajar”.
Pérdidas
“No puede ser que nos manejen el horario comercial”; “hace seis meses que venimos perdiendo plata”, fueron, entre otras, las expresiones que dieron cuenta del malestar del sector.
La titular de la Cámara de Comerciantes del Microcentro de Paraná, Betiana Curiotti, explicó a El Diario que “pedimos la amplitud horaria de 8.30 a 20.30, porque hay un decreto que dice que el cierre es a las 18, pero en otras zonas de la ciudad no se controla mientras que a nosotros nos llega un inspector municipal o un policía a las 18.05”.
A propósito de la moción aprobada por los comerciantes, Curiotti señaló que “entre lunes y martes el intendente nos va a recibir y por asamblea, se decidió que si no tenemos respuestas el miércoles, todos los comerciantes unidos vamos a abrir nuestras puertas hasta las 20.30”.
Remarcó que “pedimos una amplitud horaria” y aclaró que “aquel que quiere hacer horario corrido que lo haga, respetando las 8 horas y el que quiera horario cortado, que lo haga. Nadie plantea que vamos a trabajar desde las 8.30 a las 20.30. Y hay una ecuación muy lógica –agregó-: no podemos sostener el negocio abierto 8 horas, menos vamos a poder hacerlo 12”.
No descartó que “muchos opten por el horario cortado” ya que “se vienen días de mucho calor. De las 13 a las 16, no entra nadie, gastamos luz, en su momento gastaremos por el aire acondicionado y empleados”. Vaticinó que “como está la situación, con ventas a un 30 – 40%, no vamos a poder sostener las fuentes laborales, tampoco los locales y por eso, nuestro pedido: Que nos podamos manejar en ese rango horario como más le convenga a cada uno, de acuerdo al rubro y respetando la jornada laboral”, insistió.
Caída
La comerciante argumentó que “las ventas disminuyeron por la pandemia, por la situación económica, por los horarios, por muchos factores, pero a raíz del control que aplican sobre nuestros negocios, pedimos que la ley se aplique por igual” por horarios más extendidos.
Defendió el carácter “representativo de la convocatoria” antes de indicar que la Cámara es apéndice del Centro Comercial, que está a la espera de la personería jurídica y que apunta al centro comercial a cielo abierto. A propósito, como se necesita –de acuerdo a normativa vigente- el apoyo del 51% de los comerciantes que adhieran a esa modalidad, se están recolectando firma a través de referentes de cuadras.
El centro comercial a cielo abierto abarcaría al microcentro limitado por las calles Corrientes –Monte Caseros; Colón – Gardel; Buenos Aires – Pellegrini y Bavio – Gualeguaychú. Se estima que serían entre 600 y 700 comercios los involucrados. Fuente: El Diario