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El calvario de Fátima: sus amigas relataron todo lo que sufrió

La Justicia investiga la responsabilidad del trabajador del Hospital San Martín en la desaparición de Fátima Florencia Acevedo. Las amigas de la joven de 25 años relataron el calvario que vivía junto a su pequeño hijo. También había sido denunciado por otra expareja.

Las vejaciones, abusos y hostigamiento que sufrió Fátima Florencia durante casi 6 años, describen la personalidad de Jorge Nicolás Martínez, la expareja de la joven desaparecida desde el domingo 1 de marzo.

“Antes de tener a Isaías, Florencia (tal como la llaman sus amigas) perdió muchos embarazos porque él la abusaba sexualmente y ella con su diabetes siempre tuvo embarazos de riesgo”, reveló Florencia, amiga de la joven.
Además de los abusos sexuales soportó violencia psicológica, económica y amenazas por parte de Martínez. Incluso también vivió la angustia del secuestro de su hijo por varios días. “Ella en el 2017 se separa de él y se va con su bebé a la casa de su tía. Nicolás tenía una hora para visitar al nene, se lo llevaba y después lo devolvía. Pero un día no apareció. Ella hizo la denuncia y pasaron uno, dos, tres días y lo buscaban a Nicolás, al nene y no aparecían. Se pensó lo peor porque le estaba tocando su debilidad, a su hijo”, detalló la joven a Entremediosweb. “Le llegó a hacer eso, desaparecer al hijo por unos días y era preocupante porque él andaba tomado en moto con el nene, porque es alcohólico. Gracias a Dios le devolvió el hijo y ahí actuó el Copnaf”, recordó Florencia, quien la acompañó a hacer las denuncias durante esos días de angustia.
Cada vez que ella lograba encontrar un lugar para irse de la casa que compartían, Martínez la perseguía, le decía que iba a matarla y amenazaba a todo aquel que intentara ayudarla o le diera refugio. De la casa de su tía decidió irse porque él amenazó con incendiarle el auto y también atacó la vivienda de la mujer.

Fátima Florencia con su hijo Isaías.


El año pasado ella volvió a vivir sola con su hijo pero él seguía con los ataques. En una oportunidad se subió al techo de su casa y le cortó los cables de la luz. Algunos vecinos, incluso, lo grabaron. En diciembre pasado le dijo que se tomaba licencia en el trabajo sin goce de haberes por lo que no iba a pasarle más plata y ella iba a quedar en la calle con su hijo. Al no tener lugar donde ir tuvo que volver a la casilla que compartían en calle Soldado Bordón y Hernandarias, el 10 de diciembre. Finalmente, a mediados de enero de este año, él quiso quemarla con ácido muriático, Florencia realizó la denuncia en la Comisaría Tercera y fue derivada a la Casa de las Mujeres. Por más de un mes permaneció en el refugio municipal hasta que desapareció el 1 de marzo.

Jorge Nicolás Martínez.

En los últimos días Martínez le mandaba mensajes desde números de celular desconocidos. “Cambiaba los chips y cuando ella iba a algún lugar que agarraba wifi le llegaban todos los mensajes juntos donde se victimizaba. Le decía que estaba arrepentido, que le hacían falta ella y el nene, que eran esenciales para su vida y que por favor la perdonara”, describió la joven que fue a visitar a Florencia y leyó los mensajes.
Su amiga está convencida de que Martínez es responsable de su desaparición. “Nunca me dijo de irse, ella tenía planes para esta semana. Tenía turno para el llevar a su hijo al pediatra el lunes y este viernes habíamos quedado en que nos íbamos a encontrar”, concluyó la joven que solo espera que Martínez hable, que diga donde está su amiga.

Otra historia de violencia y hostigamientos

Antes de Florencia, hubo otra mujer con quien tuvo una hija que sufrió en carne propia la violencia física y psicológica de Martínez.
«Acosaba a mi hija, le pegaba, una vecina la salvo, porque estaba arriba de ella y la tenia del cuello. En ese momento tomé la decisión de mandarla al sur con una tía, pero Nicolás la convenció y la trajo de nuevo», relató a El Once Irene Molinare, madre de otra víctima.

«Mi hija, sufrió secuestros y maltratos por parte de él y de su familia, la tenían como una sirvienta, no le daban de comer, y mi hija es celiaca. En un momento pudo escapar, y cuando la buscamos estaba muy flaca. Nicolás es una psicópata», remarcó la mujer.

«Todas las denuncias de violencia de género que mi hija realizó, fueron frenadas en el juzgado, a través de la mamá de Martínez, amenazaban a mi hija para que deje de acusarlo porque le iban a quitar la nena. La última vez que fuimos a la policía, uno de los oficiales lo llamó a él, ahí dijimos basta, y nos retiramos».

«Cuando Nicolás empezó a salir con Fátima, dejo de acosar a mi hija. Yo lo que pido es justicia, por Fátima, por mi hija y mi nieta», finalizó Molinare.

Su trabajo en el Hospital San Martín

“Siempre fue un violento”, aseguran las personas que conocen a Jorge Nicolás Martínez, el único sospechoso de la desaparición de Fátima Florencia Acevedo. “No es la primera vez que Nicolás le pega a una mujer y lo denuncian”, asegura un compañero del Hospital San Martín de Paraná. “Te daba bronca verlo en el hospital paseandose como si nada, siempre fue un maltratador”, señala otro.

En el nosocomio tiene mala reputación, varias veces se lo señaló como el responsable del robo de elementos en las áreas que trabajaba y por eso fue cambiando de funciones. Hasta ser detenido el martes pasado, se desempeñaba como portero en el servicio de Guardia del hospital.

Martínez en Tribunales.
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