El Viernes Santo se vive con intenso movimiento en Paraná. Bajo un cielo despejado, sol pleno y temperaturas agradables transcurre el día feriado en Paraná, parte de un fin de semana largo turístico y religioso.
Desde las primeras horas de la mañana se notó la presencia de vecinos caminando como parte de la tradicional manifestación de fe de las Siete Iglesias.
En la zona de la costanera baja, paranaenses y turistas recorrieron las carpas de artesanos y microemprendedores. Ese lugar había sido epicentro de varias actividades el mismo jueves santo y proyecta serlo también durante los próximos días.
En general, se notó el respeto hacia las normas de distanciamiento y prevención del covid: la mayoría de los visitantes usan barbijo y se evitan las concentraciones dentro de los templos religiosos. En algunos, incluso se dispusieron sillas para que los peregrinos pudieran descansar mientras esperaban ingresar a las iglesias.
Con buen pronóstico y variadas opciones, el fin de semana largo se presenta como una gran oportunidad para el sector turístico que temió por la concreción de las actividades previstas, en medio de la pandemia.
