Una mujer de 63 años fue trasladada al Hospital San Martín de Paraná a fines de septiembre para realizarle estudios médicos a partir de episodios de trastornos cognitivos y dificultades para caminar que comenzaron en mayo pasado. A la semana de su internación, el cuadro inicial se agravó presentando movimientos involuntarios en los miembros inferiores, pérdida del habla, desconexión visual y agudizándose las alucinaciones.
Tras pasar un mes internada en el servicio de Neurología del San Martín y con un diagnóstico preliminar de encefalitis autoinmune o encefalopatía fue traslada hacia el Hospital Geriátrico Dr. Pascual Palma, el miércoles 30 de octubre.
Una vez que llegó a nosocomio la mujer fue ubicada en una sala común con otros pacientes pero uno de los médicos del hospital advirtió el diagnóstico en su historia clínica y por los resultados de los estudios vio que se podría estar ante un caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), comúnmente conocida como la enfermedad de la vaca loca.
Ante el cuadro de la paciente, el profesional pidió que sea aislada inmediatamente e informó al servicio de enfermería para que el personal tomara las medidas de precaución necesarias ante un posible caso de Creutzfeldt-Jakob, variante de la enfermedad en el ser humano.
Preocupación de los enfermeros
Uno de los enfermeros del Hospital Pascual Palma habló con Entremediosweb y expresó la gran preocupación de los trabajadores al haber estado expuestos ante un posible caso del «mal de la vaca loca». «Cuando llegó la paciente no sabíamos qué podría tener esa enfermedad y trabajamos sin ningún tipo de protección. No teníamos guantes adecuados, barbijos especiales, camisolines ni antiparras. Recién después de 24 horas nos compraron barbijos y 48 horas más tarde llegaron las antiparras», señaló consternado. Y agregó, «la paciente fue mal ingresada y nos expusieron a todos».
La palabra de la ministra de Salud
Este portal se pudo comunicar con la ministra de Salud de Entre Ríos, Sonia Velazquez, quien confirmó que el caso está siendo analizado por la Dirección de Epidemiología de la provincia «para descartar está enfermedad». se hace el descarte de varias patologías, no hay nada confirmado, remarcó. Asimismo indicó que «en los próximos días estarían los resultados para determinar la etiología de la enfermedad».
Mal de la vaca loca
La Encefalopatía Espongiforme Bovina, también conocida popularmente como la enfermedad de las vacas locas, es una enfermedad causada por priones, y que se puede transmitir a los seres humanos a través del consumo de partes de animales infectados, sobre todo tejidos nerviosos.
Cuando los humanos se contagian con la enfermedad, ésta ocasiona una variación de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) denominada variante de la ECJ (vECJ), la cual es un trastorno cerebral fatal. Las personas con la enfermedad de la vaca loca pueden tener señales y síntomas muy graves, incluyendo cambios de personalidad, rigidez muscular, movimientos musculares involuntarios, demencia y convulsiones.
El periodo de incubación de la enfermedad puede ser muy prolongado. Sin embargo, una vez que comienzan a notarse los síntomas, el curso se vuelve rápido y progresivo. Esta llega a causar la muerte casi al 90% de los casos al año de los primeros síntomas.
Cabe señalar que la Argentina esta reconocida por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) como país de riesgo insignificante con respecto a la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), el mejor nivel sanitario respecto de esta enfermedad – que nunca ha sido detectada en el territorio nacional-, al tiempo que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentario (Senasa) lleva adelante un programa de vigilancia para sostener el estatus logrado y contribuir a la salud pública de la población.