La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) sostuvo este jueves que la Iglesia católica «no avala las tomas» de tierra, que «nada justifica la intrusión y la violencia a costa de la vida y los derechos de los demás» y planteó que, «más que nunca, se hace necesario un Estado presente que se haga responsable de políticas proactivas en materia de acceso a la vivienda y al trabajo digno».
«En estos días de extrema vulnerabilidad se repite con dolorosa frecuencia la toma de tierras, un fenómeno conocido en la Argentina», comienza el texto «Del Señor es la tierra», difundido por la comisión ejecutiva de la CEA, encabezada por el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, y el cardenal Mario Aurelio Poli.
Las autoridades episcopales aclararon que «nada justifica la intrusión y la violencia a costa de la vida y los derechos de los demás», y ratificaron: «La Iglesia no avala las tomas. Son ocasión de violencia y agitación social, muchas veces incentivadas«.
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«Mucho menos aceptable es el oportunismo de quienes se aprovechan de la extrema necesidad de los más pobres para usarlos en función de sus propias ganancias y clientelismo político», advierten.
«En estas horas dramáticas confiamos en que una diligente intervención de la Justicia evitaría escaladas de violencia entre las partes», dijeron, para luego agregar que «con la autoridad de su mediación, se facilitaría el diálogo con las autoridades proponiendo posibles alternativas para las familias pobres que verdaderamente necesiten un lugar para vivir«.
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Y concluyen: «Los distintos niveles de gobierno, nacional, provincial y municipal deben velar por la seguridad de todos los habitantes y trabajar con todas sus energías para desarmar las estrategias de aquellos que sacan ventaja de esta dolorosa situación».
