Las playas de Paraná funcionan sin controles ni distanciamiento. Así quedó demostrado durante el fin de semana largo. A diferencia de lo que pasa en otras ciudades, no hubo restricciones de ningún tipo. Tanto el balneario municipal como el Thompson, e inclusive los bancos de arena que se formaron en las islas por la bajante del río, se llenaron de paranaenses que quisieron aliviar el agobio de las altas temperaturas.
El hecho de que los clubes que tienen playas sobre la costa no se encuentren habilitados por el municipio, alertaron la idea de ocupar espacios públicos acondicionados especialmente por la comuna.
Falta de controles
Sin embargo, el dato que sorprendió a más de uno fue la falta de cumplimiento de medidas básicas elementales de prevención de la transmisión del covid. Paraná y el resto de las ciudades de la provincia transitan la etapa denominada de Distanciamiento Preventivo y Obligatorio (Dispo).
Los protocolos dispuestos establecen que las reuniones sociales se deben realizar al aire libre, con mascarilla, distancia de un metro y medio entre personas y sin compartir elementos comunes.
Algunos ocasionales testigos también destacaron que no hubo personal controlando el ingreso al río. Las playas no están habilitadas para el uso de las aguas por la peligrosidad que representa la bajante del Paraná. Sin embargo, los asistentes desconocieron los carteles y se metieron igual. “Apelamos a la responsabilidad individual”, dijo un funcionario consultado. Y agregó: “No podemos poner un empleado municipal o a un policía para cuidar a la gente”.
Protocolos de Rosario
En otras ciudades del país, como Rosario, el distanciamiento fue marcado en círculos de manguera rígida en la arena que establecen los espacios. Los guardavidas controlan el uso de barbijos al salir de esos espacios.
También se establece que las personas deben guardar «distanciamiento preventivo y utilizar protección de nariz, boca y mentón». Y se pide a los concurrentes que cumplan con las medidas de prevención previstas en el marco de la pandemia de coronavirus y que respeten los «protocolos establecidos». Al ingreso se les toma la temperatura corporal y se rocían las manos con alcohol. Entre otros requisitos, se exige a la gente que use barbijo salvo dentro del círculo y en el agua. No están habilitados los vestuarios pero sí los baños.
“Lo veo muy bien. Disfrutamos el día y la gente lo respeta mucho” señala uno de los visitantes. Otros celebraron la utilización de burbujas de distanciamiento: “Lo que está bueno es el tema de la burbuja para que no estemos uno arriba del otro. Se podría extender por más tiempo”
