“Estamos mal y preocupados. Hace casi 90 días que estamos cerrados y la actividad de otras actividades hace que nuestra angustia crezca”, dijo este lunes Andrea Guerrero, presidenta de la Cámara paranaense de gimnasios. Es que los centros de actividad física y entrenamiento han sido duramente golpeados por la crisis sanitaria del covid-19. “ Estamos llegando un momento de alto riesgo en el que algunos gimnasios van a tener que cerrar”, sostuvo.
La cámara, en formación, agrupa unos 200 emprendimientos de diferente tamaño y modalidad en la ciudad. A su vez, cientos de personas dependen laboralmente de los gimnasios. “El peso más grande son los sueldos y los aportes patronales, los alquileres y los servicios que no nos han podido cortar. Pero aún así, lo único que estamos haciendo es acumular deudas porque la mayoría de los gimnasios no ha recibido ningún tipo de aportes estatales”, contó Guerrero.
Trámites. La docente reveló que, desde el comienzo de la cuarentena, los representantes del sector han concretado múltiples trámites ante organismos oficiales municipales y provinciales. “Hemos hecho todos los pasos correctos: presentamos protocolos ante la Municipalidad, han venido. a revisar los gimnasios, hemos llevado notas ante la Provincia y hasta nos hemos constituido como cámara. Ahora estamos esperando que nos digan que podemos trabajar”, subrayó.
Guerra destacó que el decreto presidencial de necesidad y urgencia incluyó a los gimnasios en el sector de esparcimiento. Ahí también están los bares y restoranes, que fueron habilitados a trabajar la semana pasada. “Nosotros somos lugares de salud que es lo que se supone necesita la población, y seguimos esperando”, comparó.
Guerrero reconoció que las autoridades los han atendido. “Nos han escuchado, pero no hemos tenido respuestas. Por eso, este viernes a las 11 nos vamos a reunir con los profesores, instructores y alumnos para hacer una marcha saludable desde la Municipalidad hasta la Casa de Gobierno. Necesitamos una respuesta favorable”, reiteró.