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Más de 800 familias de ladrilleros piden volver a trabajar en Entre Ríos

Los trabajadores ladrilleros de Entre Ríos solicitaron al gobierno provincial que se exceptúe a la actividad de las restricciones impuestas por la cuarentena en el marco de la pandemia del Covid 19 y que se brinden las condiciones necesarias para poder trabajar con las medidas sanitarias de prevención.

Se trata de alrededor de 800 familias que desde el 20 de marzo han visto paralizada sus actividades y que atraviesan una situación de extrema necesidad.

Parados. “La actividad está totalmente parada. Hubo un decreto de hace dos semanas que disponía que la actividad minera podía eventualmente volver a la actividad pero dadas las circunstancias que tenemos en Entre Ríos de que la mayoría de los compañeros y compañeras son de la economía popular no podemos garantizar el cumplimiento de las autoridades sanitarias, no podemos trabajar. La Provincia no ha exceptuado a la actividad ladrillera como para poder reactivarse, por lo tanto está parada”, señaló a El Diario Federico Feltes, dirigente del Sindicato de Ladrilleros.

En el barrio Los Hornos, de Paraná, vive una comunidad ladrillera que sobrelleva a estas duras circunstancias con el aporte solidario de algunas organizaciones y el subsidio del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) del Estado Nacional, aunque algunas familias han tenido inconvenientes para cobrarlo.

“Se subsiste más que nada con la asistencia del Estado. En Paraná, en Barrio Los Hornos hemos garantizado la inscripción de los compañeros al IFE, Ingreso Familiar de Emergencia. Con donaciones hemos organizado un comedor comunitario para más de 150 personas del barrio y los alrededores y un  merendero dos veces a la semana”, contó Feltes.

Por otra parte, describió la situación en la que se encuentran: “La cuarentena fue de un día para el otro, más allá que se sabía que algo así iba a venir, y hubo un stock de ladrillos en algunos hornos. Después que se habilitó la construcción se pudo vender pero lo que se tenía pero era muy poco y no se puede seguir produciendo”. Por eso, lo que piden es que la actividad ladrillera pueda estar incluida en la excepción para poder seguir produciendo y que el Estado realice el aporte de barbijos y guantes para hacerlo de acuerdo a las normas sanitarias vigentes.

“A nivel nacional, algunas provincias han exceptuado la actividad ladrillera como San Juan, Santiago del Estero a partir del lunes, pero en Entre Ríos no. Estamos pidiendo que se exceptúe pero con la presencia del Estado, porque nosotros como organización no podemos garantizar las exigencias mínimas de las autoridades sanitarias. Los compañeros no pueden acceder a la totalidad de lo que se necesita para poder producir en condiciones sanitarias óptimas. Estamos elaborando un protocolo con el uso de barbijos, guantes, mantener las distancias de distanciamiento pero eso es lo más difícil porque la estructura que tenemos no nos permite hacerlo. Al no tener una patronal, una cámara ladrillera, fábricas donde un patrón garantice eso necesitamos la presencia del Estado. No hay forma de que nosotros reactivemos la actividad ladrillera sin la presencia del Estado. A esto lo venimos repitiendo siempre. En los últimos cuatro años ha caído la actividad de la construcción y nosotros estamos en la misma línea. Con más razón actualmente”, remarcó Feltes.

Ife. A partir de que se estableció el IFE a nivel nacional, los ladrilleros con la asistencia del Sindicato realizaron los trámites necesarios para poder percibirlo pero no todos lo lograron.

“De 800 compañeros y compañeras que nosotros  inscribimos solamente el 30% pudo acceder al IFE, ya sea porque hay varias familias que conviven en un mismo hogar, en muchas situaciones están incorrectos los CUIL o no están producidos, por ser jóvenes una gran cantidad no accedió a esa cuestión. Hay lugares alejados de las ciudades y no se ha podido hacer el trámite. Esos son los impedimentos que hemos tenido por eso pedimos rever el beneficio del IFE, si es universal o no, debería ser más equitativo”, consideró.

Es que la actividad ladrillera tiene sus particularidades. Mientras en Paraná una gran mayoría de los trabajadores vive en zonas urbanas en el resto de la provincia hay familias que están en áreas rurales, lejos de los centros donde se realizan los trámites y sin acceso a Internet.

“Desde el Sindicato estamos haciendo esos trámites para garantizar esas gestiones pero no en todos los casos se puede. Para producir el CUIL, por ejemplo, hay que concurrir a una oficina de Anses”, aclaró.

Cuarentena. En cuanto al aislamiento social que dispone el decreto nacional, Feltes remarcó que los ladrilleros lo están cumpliendo de acuerdo a sus realidades:  “La cuarentena en el barrio Los Hornos se hace de manera comunitaria. Los compañeros eligen quién sale del barrio a comprar los insumos para poder comer. En otros lugares la gran mayoría está dentro de su vivienda y no pueden ir al horno. Pero las dificultades que atravesamos son las mismas de siempre. Sostenemos el comedor con la asistencia solidaria de la Biblioteca Popular Caminantes, que son los que garantizaron la articulación con un comedor del barrio, otras organizaciones nos han dado una mano, pero ni el Estado municipal ni el provincial nos has garantizado nada a pesar de que hemos presentado notas pero seguimos esperando una respuesta”, finalizó.

Fuente: El Diario

Fotos: El Litoral

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