La Brigada de Delitos Rurales de Nogoyá secuestró a siete gallos que eran usados para riñas, una actividad que se encuentra prohibida.
El rescate de los animales se produjo en el marco de una investigación que llevaba a cabo la fuerza tras haber detectado hechos de «maltrato y crueldad animal».
Los brigadistas se hicieron presentes en un domicilio de la ciudad donde se denunció que se concretaban las riñas de gallos.
En forma voluntaria el propietario exhibió a los siete gallos finos que tenía en su poder con heridas que se corresponden con espuelas. «Dos de los gallos fueron encontrados en estado de grave con compromiso de vida, uno sin su globo ocular, producto de la riña», lamentaron las fuentes policiales.
Ante el hecho, «se procedió al secuestro de los mismos y a la correcta identificación del interesado» y «se comunicó el inicio de las actuaciones de oficio a la Unidad Fiscal local, por la le Ley 14.346 de Maltratos y Actos de Crueldad Animal», señalaron.
Además, comunicaron que se dio intervención al médico veterinario, quien brindó atención primaria a los gallos.
