La distribuidora Celeste y Blanca de Paraná reabrió este lunes sus puertas, a pocos días de que un feroz incendio destruyera por completo su local. «Estamos reabriendo con las ganas que nos quedaron», señaló Sergio Rupp, titular del negocio.
«Estamos cargados de buenas intenciones, para recuperar el rumbo en cuanto a lo edilicio y el stock que estábamos acostumbrados a brindarle a nuestra clientela» detalló el dueño del comercio al Nueve.
«Estuvo el apoyo de mi esposa, incondicional, el de mi colaboradores que tienen una fuerza increíble y después con el apoyo de proveedores y clientes hay que intentarlo», destacó.
«El amigo Emanuel Greca el día del incendio me dijo en qué puedo ayudar y le digo que estamos necesitando un galpón», recordó sobre el origen del nuevo lugar de venta. Fue así que a través de un conocido de Greca consiguió el nuevo local. «Lo reacondicionamos como pudimos con un poquito de pintura y acá estamos».
Aún las llamas no se extinguieron en el local que quedó destruido por el fuego y su dueño volvió a empezar.